El de la mula torda

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jueves, 9 de enero de 2014

La música del "Palacio de la Música".



En la Gran Vía 35, de Madrid, se encuentra este edificio. Es obra del arquitecto Secundino Zuazo. Las primeras obras de este arquitecto bilbaíno son de caracter regionalista. En una segunada época, e influido por la arquitectura europea y sus movimeientos renovadores, comienza asimilanado el racionalismo. Fruto de esta época es esta magnífica construcción. Otras obras emblemáticas de este autor
son la casa de la Flores en el barrio de Argüelles y los Nuevos Ministerios. Esta última obra quedó paralizada con la guerra civil.  En su última etapa interviene en el proyecto de la prolongación del Paseo de la Castellana. 
Pero volvamos al inicio del título de esta entrada. El Palacio de la Música fue concebido como sala de conciertos. Comienza la construcción en 1924 y finaliza en el 26.  Zuazo, concibe el edificio

con diversos usos. Como sala de cine y de conciertos. La planta en forma rectangular, con dos anfiteatros con los correspondientes palcos en las dos plantas superiores y en la baja el patio de butacas dispuestas en filas. Un gran bar americano hacia la calle, en estos momentos avenida de Pi y Margall. Diseño un abside semicircular detrás del escenario, que estaba reservado para la orquesta. En el sótano planteo una sala de fiestas con una gran pista de baile semicircular. 
La decoración interior no tiene nada que ver con el exterior.

Zuazo retoma las referencias del barroco sevillano. Destacan las puertas de marmol de los foyeres y los sofitos abovedados de las escaleras, revestidos de molduras doradas por todas las partes, combinando con los techos del anfiteatro, palcos y cabina de proyección. 
Resulta espectacular la bóveda de la la sala, con una doble función, la de iluminación mediante la candileja que la circunda y como reflector para los sonidos del órgano. la mayor parte ornamental se reserva para la escena con dos monumentales órganos.
En la cubierta proyecto un cine de verano. 


Quizá pudo ser este el motivo del desplome de la cubierta en 1925, lo que obligó a retrasar las obras bastante y a suprimir el proyecto del cine en la cubierta.                                       Desde un principio, el arquitecto,  se plantea una fachada clásica, dividiendo la superficie en siete calle con alternancia de macizos y vanos, con tres huecos en la planta baja, dos reales y otro falso, enmarcados en pilastras toscanas con entablamentos, y separados por enormes machones almohadillados de granito excavados con hornacinas con jarrones que en los extremos se prolongan hasta el ático.

En la zona central se interrumpe a la altura del piso principal para ser sustituido por un trabajo parecido pero en ladrillo. Las ventanas de estilo neobarroco se abren a la altura del vestíbulo del entresuelo. Las ventanas están rematadas por óculos que dejan pasar la luz al interior del zaguán del segundo piso. Las ventanas y los óculos encasillados en un marco pétreo que resalta sobre la fábrica de ladrillo. El conjunto se corona con una galería con columnas de órden jónico. Las columnas se combinan en  simples  y pareadas. Entre las pareadas se alternan jarrones en consonancia con el rítmo de los paños inferiores. Todo el conjunto se remata con un gran entablamiento corrido, coronado por una balaustrada erizada de pedestales con pináculos piramidales. Sobre ellos se asoma un ático retranqueado.

El 3 de noviembre de 1926 abre sus puertas el Cine Sage, ya que se denominaba de esta forma, por ser su propietario la Sociedad Anónima General de Espectáculos. En un principio el proyecto tenía el nombre provisional de Olimpia. La inaguración se realiza con un concierto dirigido por el maestro José Lasalle. El 14 del mismo mes se proyectó la película La Venus Americana, del director Frank Tuttle. Protagonizada por Esther Ralston, Lawrence Gray, Ford Sterling, Fay Lanphier.Título original película "The Americam Venus", con una duración 80 minutos.
 Dos años después, 1928, es cuándo se le empieza a llamar por el nombre de Palacio de la música. 
En noviembre de 1932 un incendio provocó la destrucción del abside del escenario provocando daños considerables y remozándose el local para su nuevo uso el de cine. Desapareciendo los elegantes órganos, y el abside acústico. (Ver AQUÍ). Los órganos fueron sustituidos por dos cadenetas de candilejas, una a cada lado. Se reforma la cabina de proyección. Se vuelve a rinagurar con la proyección de la película "Gran Hotel" dirigida por Edmund Goulding.
 En el 2008 cerró sus puertas a causa de la crisis de la cultura y de los cines que ha motivado el cierre de diez de los trece cines de la Gran Vía.
En este mismo año Caja Madrid se convertía en propietaria del inmueble. La intención de la entidad era convertir "El Palacio de la Música " en un auditorio. El Ayuntamiento de Madrid le otorgo el grado 1 de protección. Esto quiere decir, que los propietarios de los inmuebles, con esta categoría, tienen que respetar todos los elementos originales de fachada y de interior. Comenzaron las obras pero se paralizaron en el 2012, se invirtieron 4 millones de € en este edificio polivalente.
Caja Madrid se convierte en Bankia y la especial situación financiera de este grupo ha hecho cambiar los planes para este edificio. Ha puesto el inmueble a la venta al mejor postor. No olvidemos que el Ayuntamiento de Madrid es accionista de la Fundación de Caja Madrid, y en este sentido la alcaldesa de Madrid en febrero de 2013, dice claramente "Consideramos esencial que vaya una marca comercial al Palacio de la Música para que genere empleo y actividad económica". Parece ser que el edificio pasará a ser propiedad de una marca textil.


 Una iniciativa ciudadana en la que está al frente Fco. Hernández pregtende que el edificio se destine  a lo que estaba pactado en origen. 
Ciudadanía y Patrimonio se une a esta petición, al igual que  el Grupo Ernest que ha compuesto la canción en la que colabora Rafa Gutierrez de "Los Hombres G".
Sirva esta canción para salvaguardar lel patrimono de Madrid. "El 35 de Gran Vía". 

2 comentarios:

  1. Un buen artículo.
    Es una pena lo que el actual gobierno está haciendo con excesivas cosas, entre ellas la cultura, claro que si lo dedica a meter a los que venden en la calle... si esos que llaman top manta, por lo menos no pasarán frío y tendrán un sitio donde refugiare.

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    1. ¡Qué alegría Emilio! el verte por aquí. Ya sabemos lo que ocurre en esa ciudad. No dejan a la cultura en paz. Quieren controlar todo hasta lo que se canta n la calle. De todos es conocido el caso de los músicos callejeros "potato omelette"
      http://www.20minutos.es/noticia/2001183/0/casting/musicos-callejeros/potato-omelette-band/
      Espero que estos espacios no lo puedan controlar.

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