miércoles, 10 de abril de 2019
Ánade rabudo.
Una de las anátidas más bellas de cuantas podemos
observar en nuestros humedales, inconfundible gracias a su esbelta
silueta, en la que destacan su largo cuello y las largas plumas
centrales de la cola. Especie muy escasa durante el
periodo reproductor en España, resulta, sin embargo, relativamente
abundante en la invernada, cuando ocupa de manera preferente hábitats
costeros o zonas húmedas próximas al litoral.
El macho emite un silbido agudo, crip-crop, con repeticiones lentas. Durante el cortejo, la hembra produce una suerte de graznido.
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