miércoles, 1 de mayo de 2019
Azor.
A pesar de su mediano tamaño, el azor —una rapaz eminentemente forestal
y de hábitos discretos— es uno de nuestros más reputados
cazadores alados, capaz de dar caza a presas de la envergadura de una
liebre. Ave dotada de extraordinarias cualidades predadoras y de una
formidable agresividad, el azor fue usado —y aún lo es— en la práctica de la cetrería.
Son precisamente esas grandes cualidades como cazador las
que determinaron que, en el pasado reciente, esta rapaz fuese perseguida
sin piedad bajo la infundada acusación de causar graves perjuicios a
las especies cinegéticas.
Emite un grito característico, pjiiia pjiiia, acompañado también por un kha kha kha. El reclamo de súplica, muy sonoro y lastimero, es un violento piiii ih piiii ih.
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