lunes, 27 de mayo de 2019
Carbonero palustre
Párido muy similar al mucho más abundante carbonero garrapinos, del que
se diferencia por su capirote completamente negro —sin la mancha blanca
de la nuca—, babero más pequeño y tonos generales menos grisáceos y más
parduzcos. Es relativamente frecuente en los bosques del tercio norte
peninsular, donde se muestra esquivo y muy inquieto, mientras explora
sin cesar árboles, orlas arbustivas y malezas.
Reclama con menos frecuencia que el resto de los páridos. Produce de manera reiterada sonidos cortos (pi-tchiuu, pi-tchiuu, pi-tchiuu), acompañados por un reclamo rechinante, similar al de los herrerillos comunes (tcharr-rr-rr-rr).
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