La inconfundible silueta rechoncha del mochuelo recortándose al atardecer sobre un poste o un majano es todavía una de las imágenes más habituales y características de los ambientes agrarios españoles. Especie muy adaptable en lo que a la elección del hábitat y a su alimentación se refiere, este pequeño búho se extiende por la mayor parte de nuestro territorio, donde alcanza, en ocasiones, elevadas densidades —las más altas de todo el continente europeo—, a pesar de las negativas transformaciones sufridas últimamente por nuestros paisajes rurales.
martes, 22 de octubre de 2019
Mochuelo Europeo.
La inconfundible silueta rechoncha del mochuelo recortándose al atardecer sobre un poste o un majano es todavía una de las imágenes más habituales y características de los ambientes agrarios españoles. Especie muy adaptable en lo que a la elección del hábitat y a su alimentación se refiere, este pequeño búho se extiende por la mayor parte de nuestro territorio, donde alcanza, en ocasiones, elevadas densidades —las más altas de todo el continente europeo—, a pesar de las negativas transformaciones sufridas últimamente por nuestros paisajes rurales.
El mochuelo emite una gran variedad de sonidos durante todo el año, tanto de noche como de día, pero todos ellos tienden a ser muy agudos y con profundas inflexiones que recuerdan a un maullido. A menudo emite un kíu penetrante y quejumbroso; la voz de alarma es una secuencia rápida, explosiva y repetitiva, chi-chi-chi-chi.
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