martes, 7 de abril de 2020
Roquero rojo.
Ave típica de montaña, donde aparece en la época estival. Habita en parajes donde se alternan zonas de roquedos con otras de matorral y pastizales. El macho resulta inconfundible, con un bello diseño cromático, mientras que la hembra muestra una tonalidad más parda y discreta. A pesar de estar presente en gran parte de nuestros macizos montañosos, es una especie poco abundante.
El macho canta posado y en vuelo. Con frecuencia inicia su melodía en vuelo lento y ascendente. La intensidad del canto culmina en la parte más alta de su recorrido, donde puede mantenerse unos instantes. Después cesa de cantar y se deja caer bruscamente, con las alas y la cola desplegadas (dibujo 3). Tras este despliegue no aterriza, sino que reinicia el proceso, alcanzando menor altura. Posteriormente se posa y continúa con su canto. Emite diferentes gorjeos y notas, algunas de las cuales recuerdan a las del roquero solitario o a las de los pinzones vulgares y otros fringílidos. La alarma del roquero rojo consiste en un corto y agudo buii, similar a los reclamos del roquero solitario. Las llamadas son agudos piídos, cortos y fuertes: uiit-uiit-uiit…, buit-buit.
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