Muchos hemos conocido la escultura de la Unión y el Fenix en lo alto del bello edificio de la calle Alcalá 39. Hoy en día abandonó su magnifica atalaya y se encuentra no muy lejos, en los jardines de uno de los edificios de la compañía en el Paseo de la Castellana. Ahora acorralada por el bullicio de transeúntes y vehículos. El grupo escultórico que había permanecido impertérrito en lo alto de su almena, ha visto pasar coches de caballos, los primeros automóviles y durante la guerra civil, casi a su misma altura "las pavas" fascistas que bombardearon Madrid, ahora en tierra firme y medio escondido por la vegetación languidece.
Y como dicen a rey muerto rey puesto, en lo alto de su nido una nueva escultura, una victoria alada, símbolo de los nuevos dueños del edificio.
Pero volvamos a nuestra historia. En 1864 se fundaba en Madrid “El Fénix Español, Compañía de Seguros Reunidos”
y trece años más tarde absorbería a otra
empresa fundada en 1856, “La Unión”, para pasar a denominarse “La Unión y
el Fénix Español” en 1879. Las pretensiones de la empresa fue la de disponer de un edificio representativo en cada ciudad importante de España y en la mayoría de los casos rematado por el grupo escultórico emblema de la compañía. A fecha de hoy han pasado a formar parte del grupo Allianz, pero todos los antiguos edificios conservan el grupo escultórico.
El primer emblema de la compañía fue la del Ave Fenix. Según nos dice Herodoto “El ave Fénix es un animal fabuloso y sagrado que, aunque de nombre
griego, se suponía existente en Egipto. Se aseguraba que tenía el tamaño
de un águila y el plumaje
lleno de vistosidad, sobre todo en las alas que lucían
plumas tornasoladas, doradas y rojas.[...] Parece ser que el Fénix viene
de Arabia, donde pasa temporadas y cuando se le muere el padre lo
perfuma con mirra y trae su cadáver
a Egipto, colgado de su corvo pico potente, para
enterrarlo en el atrio del Templo del Sol. Allí acostumbra a suicidarse
sobre la tumba, quemándose en una pira o candelada; con la milagrosa
especialidad de que cuando queda reducido
a cenizas, éstas se agitan al poco tiempo y de ellas
nace una especie de gusano que muy pronto se convierte de nuevo en el
mismo ave.”
La simbología del emblema estaba clara, ya que en los primeros años, casi todo los seguros eran contra incendios, rótulo que se ve en las casas más antiguas de Madrid.
En el emblema solo se plasmó al Ave Fenix, con las alas abiertas surgiendo del fuego, esta imagen representa la resurrección que el seguro lleva en sí. El fuego misterioso y simbólico no tenía origen concreto, representando de esta forma todos los riesgos y catástrofes.
Cuando se adquiere el edificio de la calle Alcalá en 1911 se rediseña el símbolo de la compañía.
En 1911 el escultor francés
Saint-Marceau da origen al grupo escultórico que conocemos, el joven, bello y prometedor sentado airosamente en el ala derecha del Ave Fenix y levantado el brazo al aire, saludando desde las alturas a los caminantes de la calle Alcalá.
Puede ser que la intención del escultor fuera la de representar, en un mismo símbolo, a la unión de las dos compañías representando la idea de juventud y
su consiguiente promesa de futuro. Muchos
años más tarde, en
1989, se replanteaban el verdadero significado de la
escultura diseñada por Marceaux. Se llega a la conclusión que lo que representa el escultor no tiene nada que ver con el mito del Ave Fenix, sino con el rapto de Ganímides por Zeus.
|
En su emplazamiento actual |
Cuenta la leyenda que Ganímides era hijo de Tros y de Calirroe. era famoso por su exquisita belleza. Al verlo Zeus quedó prendado del joven y, transformándose en águila, lo cogió entre sus garras y lo transporto al Olimpo. Una vez convertido en inmortal, Ganímedes ayudaba en ocasiones a Hebe a servir el néctar a la asamblea de dioses.
En pago a sus padres, Zeus, les regaló una vid de oro y dos caballos de pura raza.
|
La casa del ataúd. |
Ganímides fue agraciado por Zeus con el don de la hermosura y la eterna juventud.
En
toda esta historia llama la atención que dónde se construyó el edificio
de la Unión y el Fenix, en su solar estaba la llamada casa del ataúd, el dibujo de la derecha representa esta casa, es obra del dibujante F. Reyes. El motivo de este apodo se debía a su estrechez, y más tarde sobre el nuevo edificio el inmortal y guapo Ganímides.
|
Colegio de las Niñas de Leganés. |
Y si hablamos de guapos y guapas, no hace tanto, en una de las manzanas vecinas estaba el colegio de las Niñas bonitas. Este centro educativo era regentado por las monjas de Leganés. El Colegio de las Niñas de Leganés fue fundado en 1630 por Andrés
Spínola. El Colegio recogía y educaba a las niñas desamparadas y, como
cuenta José del Corral, elegía para su ingreso a las más bellas, ya que
se consideraba que debían enfrentarse a mayores peligros. Su iglesia, de
cruz griega y con valiosas pinturas murales, fue derribada en 1911 como
consecuencia de las obras de la Gran Vía y deja paso al Guapo de Ganímides, en un tiempo en su olimpo madrileño, hoy en tierra como cualquier mortal.
|
PPerspectiva de la calle Alcalá años antes de las obras que darían lugar a la Gran Vía. En primer término se ve el Palacio de Torrealla (conocido como "el ataúd" por su estrechez), que sería demolido para dejar sitio al edificio Metrópolis, arranque de la Gran Vía. A su derecha se ve el comienzo de la Calle San Miguel, que sería el eje básico sobre el que se trazaría la nueva calle. |
|
Remodelación de la Gran Vía. |
|
La construcción 1907/10. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario