El arrendajo es un córvido de mediano tamaño y hábitos netamente forestales, que se alimenta tanto de invertebrados como de frutas y semillas. Tiene la costumbre de enterrar una parte de los frutos que recolecta, con lo que contribuye a la expansión de las masas forestales. Ruidoso y gregario, este pájaro de vistoso plumaje se extiende por buena parte de las áreas boscosas de nuestro país, alcanzando sus mejores densidades en el norte peninsular.
domingo, 21 de abril de 2019
Arrendajo.
El arrendajo es un córvido de mediano tamaño y hábitos netamente forestales, que se alimenta tanto de invertebrados como de frutas y semillas. Tiene la costumbre de enterrar una parte de los frutos que recolecta, con lo que contribuye a la expansión de las masas forestales. Ruidoso y gregario, este pájaro de vistoso plumaje se extiende por buena parte de las áreas boscosas de nuestro país, alcanzando sus mejores densidades en el norte peninsular.
Cuando se mueve en grupo, el arrendajo emite a menudo un ronco y áspero kraack, que suele tornarse muy estridente en situaciones de alarma. En ocasiones reclama con otros sonidos más agudos, imitando a un ratonero o a un azor: kaiá-kaiá-kaiá. El canto de celo —que acontece a finales del invierno— es curiosamente discreto si se compara con los gárrulos reclamos habituales, y consiste en un traqueteo variado, a ratos parecido al sonido de una curruca.
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