La más pequeña de nuestras rapaces nocturnas es un ave discreta y en general reservada, que suele pasar inadvertida gracias al excelente camuflaje que le proporciona su plumaje, aunque resulta, en cambio, fácil de detectar por su característico canto. De dieta básicamente insectívora, el autillo europeo resulta muy sensible a las transformaciones del hábitat y al uso de plaguicidas.
lunes, 22 de abril de 2019
Autillo.
La más pequeña de nuestras rapaces nocturnas es un ave discreta y en general reservada, que suele pasar inadvertida gracias al excelente camuflaje que le proporciona su plumaje, aunque resulta, en cambio, fácil de detectar por su característico canto. De dieta básicamente insectívora, el autillo europeo resulta muy sensible a las transformaciones del hábitat y al uso de plaguicidas.
El canto del autillo europeo es un característico tiuu aflautado, repetido regularmente en intervalos de aproximadamente 2 segundos. En primavera, las manifestaciones sonoras pueden durar varias horas, pero tras la puesta de los huevos decrecen notablemente. La hembra emite un canto semejante al del macho, aunque algo más agudo.
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