El de la mula torda

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viernes, 29 de abril de 2016

Los otros relojes.


No podemos comenzar esta pequeña crónica sin hacer mención a la calle del reloj.
La calle debe su nombre a un reloj de sol que hubo en la fachada de las casas de María de Córdoba y Aragón, dama de de la cuarta esposa de Felipe II, la reina Ana.
Años más tarde, en la misma calle vivió el pintor aragonés Francisco de Goya.
Madrid tiene peculiares relojes de Sol. Entre ellos el más antiguo es el que hay en la iglesia de San Martín. Esta iglesia se encuentra en las confluencias de la calle de la Luna con Desengaño.
Claro está, que no es un templo medieval. Pertenece al barroco madrileño. Juan de Corpa interviene en la construcción y en 1719 el edificio es remodelado por Eugenio Valenciano, quien mantiene la planta de cruz griega, Con una fachada principal de tres cuerpos
con dos torres cuadrangulares a los lados. La puerta principal es de estilo churrigeresco y mantiene los herrajes primitivos del XVIII de la escuela madrileña. sobre la entrada, en una capilla se representa a Juan Agustín Adorno, postrado de rodillas en situación de rezo ante la Virgen de Portacoeli. Agustín Adorno fue el fundador de la institución de los Clérigos Menores, ala que pertenecía esta iglesia. Este grupo escultórico está atribuido a la escuela de los Ron.
La torre derecha tiene un pequeño reloj solar, de instalación vertical con forma circular y realizado en bronce. Está orientado al sur. El gnomon tiene un pequeño recorte en la parte inferior a modo de aleta dorsal de pez.
Las horas, de seis a seis, aparecen en números romanos y utiliza los cuatro unos para la cuarta. Entre las horas se aprecia muescas más cortas que señalan las medias y los cuartos.
En la parte superior aparece una inscripción en el que se puede leer F. de P. Sarriá.



¿Pero quién era ese benefactor que regaló el reloj a la iglesia de San Martín? Francisco de Paula Sarriá era un boticario que vivió en la cercana calle deTudescos. Hacia 1834 en Madrid se produce la llamada andancia, el cólera morbo, que hace estragos en toda España. Francisco de Paula se dedicó a suministrar gratis todas las medicinas par los enfermos. El boticario, mecenas, podría haber regalado este reloj a la iglesia de San Martín, para que sus vecinos se orientaran en la hora.
Quizá uno de los más bellos relojes de sol sea el de la Casa de la Vela, en el barrio de Embajadores.
Cas de la Vela.
Está situado en la calle de Sombrerete haciendo esquina con la calle de Embajadores. El reloj ocupa las cinco plantas del edificio, por lo que podemos considerarle el más grande de Madrid. El gnomon tiene su origen en la pintura de la mujer que se encuentra asomada al balcón y que está tendiendo la ropa. El reloj va desde las cinco de la mañana a las cinco de la tarde. Entre los diferentes adornos destaca una paloma.



Debajo hay una leyenda informativa sobre el reloj, que dice:
CASA DE LA VELA
Que el arquitecto Javier de la Vega Regadillo, enderezó y restauró a instancias de la E. M. V. del Ayuntamiento de Madrid.
Esta pintura-reloj solar se comenzó el día 13 de mayo dándose por terminada el 8 de julio de 1985 y se dedica a los vecinos de Embajadores.
Aragonés.
Este Aragonés se refiere a Ángel Arargonés pintor y escultor y paisajista madrileño que ha realizado diversos trabajos en el centro de Madrid.


Muy cerca de este reloj nos  encontramos con el pintado en el murallón de las corralas de la calle de Miguel Servet con Mesón de Paredes y Espino. Este reloj marca los tiempos de los vecinos de la corrala.





Ahora nos marchamos fuera del barrio de los manolos, para acercarnos al no menos castizo de los chisperos, que de común con este tiene el antiguo emplazamiento del Circo Price.

En la plaza del Rey, frente a la parte trasera de la casa de las siete chimeneas, se encuentra en el Ministerio de Cultura, el otro reloj de sol. El reloj queda muy tapado por los árboles. Es un reloj vertical, orientado hacia poniente.


  
Cerca de la Puerta de Toledo, en la esplanada del antiguo mercado del pescado encontramos un grupo escultórico de varios relojes de sol. 


En total son siete relojes solares y dos lunares. El gnomon de acero tiene 9 metros de largo. Se inauguró en 1988. El boceto es del pintor y escultor Ángel Corazón, pero los cálculos son del profesor de matemáticas Juan José Caurcel.
El reloj frontal es un reloj vertical meridional, debajo de él hay un reloj ecuatorial y el gnomon es común para ambos relojes. En los lados y en la parte frontal se encuentran los relojes de Luna, y en la parte superior los otros dos relojes solares, que son polares.







Por cercanía nos vamos a la plaza de Santa Ana y allí en el adorno frontal de la cubierta del edificio encontramos este bonito reloj.

A la derecha del Teatro Español tenemos este reloj. Su diseño es de verticalidad meridional.




En el barrio de Useras encontramos numerosos relojes de sol en edificios privados.
En el Paseo de Recoletos, encontramos un reloj de tipo ecuatorial. Tiene marcado los cuatro puntos cardinales y los signos del zodiaco.
Si quieres profundizar más sobre este tema existe un libro editado por la Consejeria de Medio Ambiente, con el t´tulo de "relojes de sol de Madrid" de Javier Martín Atajo y Jacinto del Buey, que recoge gran cantidad de relojes de la Comunidad de Madrid.
No podemos terminar esta entrada sin mencionar la clepsidra madrileña. Es el único reloj de agua que conozco en Madrid. Se encuentra situado en el parque de Rodriguez Sahagún.
El conjunto escultórico es obra del arquitecto  Javier Fuster Galiana.


Por él pasa el Canal Bajo de Isabel II.

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