viernes, 27 de septiembre de 2019
Grulla Común
Las escuadras de grullas surcando los cielos, con su vuelo enérgico y
sostenido y su incesante trompeteo, constituyen una imagen cotidiana y emblemática del invierno en nuestro país. Estas enormes e
inconfundibles aves llegan a la Península hacia el mes de octubre, donde
permanecen hasta marzo, y durante estos meses se las puede
contemplar, siempre en grupos numerosos, alimentándose en dehesas y
cultivos que abandonan al atardecer para acudir, agrupadas en simétricas y ruidosas formaciones, hasta sus dormideros habituales.
Consiste en un trompeteo característico, articulado gracias a una larga tráquea varias veces curvada y alojada en la cavidad torácica, que actúa en conjunto a modo de caja de resonancia. Además, puede emitir voces más bajas y roncas, en tanto que los jóvenes producen silbidos cuando siguen a los adultos en vuelo.
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