viernes, 24 de abril de 2020
Torcecuello euroasiático.
El más atípico representante de la familia de los pícidos en Europa es un ave de pequeño tamaño y críptico plumaje que poco tiene que ver con los verdaderos pájaros carpinteros. En efecto, el extraño torcecuello es incapaz de taladrar la madera, carece de algunas de las adaptaciones de los piciformes típicos y se comporta más como un paseriforme cuando se posa en las ramas o corretea por el suelo; sin embargo, conserva los hábitos trogloditas y una larga lengua con la que asalta los hormigueros.
Produce un sonido nasal y lastimero —ki, ki, ki, ki—, que puede parecerse al de otros pícidos e incluso al de ciertas rapaces.
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